Las autoridades sanitarias incluyen a las personas con asma en la lista de grupos más vulnerables a desarrollar enfermedades graves.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es una afección inflamatoria crónica caracterizada por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que pueden variar en su gravedad y frecuencia de una persona a otra. Los bronquiolos se estrechan debido a la inflamación y se segrega más moco, lo que provoca falta de aliento. Alrededor de 339 millones de personas viven con asma en todo el mundo. Actualmente existe un tratamiento que puede ayudar a controlar los síntomas.

Soy una persona con riesgo?

Las personas con asma son más propensas a experimentar complicaciones debido a infecciones respiratorias, especialmente infecciones virales. Este tipo de infecciones generan más inflamación en los bronquios de las personas asmáticas. Esto puede llevar a una severa dificultad respiratoria, arriesgándose a un ataque de asma. Por este motivo, la OMS, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y los CDC han incluido a las personas con asma entre los grupos vulnerables o de «alto riesgo» a COVID-19. La razón para ser incluidos en este grupo es el riesgo de sufrir una sintomatología más grave debido a la inflamación de base en los pulmones, uno de los principales objetivos de este virus.

Sin embargo, las sociedades científicas y clínicas informan de que las personas con asma controlada no corren más riesgo de transmisión que las personas sin asma. El riesgo se debe principalmente a que el asma no está bien controlada, ya que esto puede aumentar la gravedad de los síntomas. Sin embargo, se recomienda la máxima precaución.

¿Debo seguir medidas especiales?

Las medidas de protección dictadas por las autoridades deben ser seguidas por los pacientes asmáticos de manera muy rigurosa. Es importante señalar que un asma mal controlado puede aumentar la susceptibilidad de sufrir una enfermedad viral peor, especialmente de COVID-19.

La recomendación de las autoridades es que, en caso de desestabilización del asma, consulte a su alergólogo para detallar un plan de acción terapéutico.

¿Debería cambiar de tratamiento?

Los expertos destacan que es importante continuar con el tratamiento prescrito. Las autoridades sanitarias especifican la necesidad de que las personas con enfermedades crónicas tengan un suministro suficiente de sus medicamentos.

La reducción del estrés y la ansiedad son también factores que destacan porque las emociones fuertes pueden desestabilizar la enfermedad, lo que puede causar una crisis asmática.

¿Qué hay de los niños asmáticos?

Los niños con una enfermedad crónica como el asma también forman parte del grupo de riesgo de COVID-19. Ante esta situación que estamos viviendo, es aconsejable seguir las recomendaciones de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP), o de la autoridad sanitaria competente de su país.

Sandra del Pozo

Sandra del Pozo reside en Madrid, con formación en ciencias biomédicas y salud internacional. Actualmente trabaja en inmunología en una empresa de biotecnología como asesora científica y también es coordinadora de proyectos en el GHNGN. Su pasión es la innovación a través de la cooperación entre diferentes áreas de la salud y la ciencia. Cree que el cambio debe producirse a partir de la comprensión y la creación de una asociación de salud mundial eficiente.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

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